domingo, 24 de junio de 2012

Mix

Kotorantá!!!!

Como parte de la experiencia en África, y para no quedarnos con nada pendiente que vivir, hemos tenido un bebé de mona como mascota. ¡¡Toda una experiencia!!!

 

En realidad nosotros no somos los dueños de Mix, sólo hacemos de canguro cuando sus “padres” nos lo piden. Y sus “padres” son Pere y Roser, unos amigos de Blanes que viven en un pueblo cerca del nuestro, a 40 minutos en coche. 

  

Un día que Pere iba a trabajar a los campos que su ONG tiene en Kuwonku (www.blanespergambia.org) encontró a una cría de mono muy pequeña abandonada en medio del camino. Alguien había matado a su madre para comérsela, y ella, con poco más de dos días de vida, había caído al suelo sin saber qué hacer.
 

Decidieron adoptarla, aunque sin saber muy bien cómo; obviamente, jamás se habían encontrado con esta situación. Empezaron dándole un biberón, pero la tetina de un bebé humano es demasiado grande para un bebé mono. Probaron poniéndole leche en un bol, pero no sabía beber. Así que lo mezclaron con pan y se dieron cuenta que lo que hacía a la perfección era succionar el líquido de pequeñas cosas, para ella lo más parecido a mamar.
A partir de ese momento su dieta se basó en leche con pan...

  

trocitos de melón...


trocitos de sandía... 


Poco a poco se han ido introduciendo nuevos alimentos a su dieta y nuevas formas de suministrar la comida: sentado en la mesa comiendo plátano....

  

bebiendo agua de un vaso...



y disfrutando de lo que más le gusta: el Sprite y la Coca-cola.

  



Aunque en muchos aspectos es como una minipersona, hay algo que la diferencia: su trapo. Siempre debe tener un trapo al que agarrarse. Es algo muy extraño, suponemos que ella siente el trapo como su madre. Cuando cree que hay peligro se agarra fuerte al trapo, si tiene sueño debe dormir con el trapo, si está huyendo deja de hacerlo cuando encuentra el trapo. Para ella lo es todo.

 

Duerme con su trapo siempre cogido....


Se baña en la piscina del hotel con su trapo...


  


Y aunque ahora ya es más grandecita y corre a jugar sola, siempre sabe dónde ha dejado el trapo en caso de emergencia. 

  



Para dormir también tiene su rincón: una mochila, que también te permite llevarla colgada a cualquier parte.



Se convertido en una más de la familia, a la que se le coge cariño muy muy rápido.



Pero somos conscientes que crecerá rápido, y tarde o temprano habrá que dejarla libre en el bosque. Hasta entonces disfrutaremos de cada cosa nueva que aprenda.