domingo, 30 de octubre de 2011

Tailandia – KOH TAO


Sà-wàt-dee!!!!!

Tras 12 horas de tren y 3 de ferry llegamos a Koh Tao, una de las islas situadas al este de la península. Llegamos allí con la intención de probar el submarinismo y hacer un curso si veíamos que nos gustaba.


Creíamos que llegábamos a una isla tranquila y poco masificada, en ella sólo viven 750 personas (sin contar turistas) y, por ejemplo, no hay cuerpo de policía.

Pero debido al turismo, especialmente en temporada alta, las cifras son exorbitantes. La zona de la isla que tiene la mayor extensión de playa, Sairee Village y Mae Haad Village, se ha convertido en un Benidorm. Todo lo que hay construido es única y exclusivamente para el turismo.

Escogimos irnos al otro extremo, a Chalok Baan Kao Village, la parte sur de la isla, donde el turismo está más controlado y todo es más tranquilo.

Tan solo llegar y tras mojarnos los pies en las aguas cristalinas de la playa fuimos en busca de hotel. Encontramos una cabañita con vistas a toda la bahía por menos de 4€ la noche.




Esa misma noche descubrimos que en nuestra cabaña vivía un lagarto extraordinariamente bonito y totalmente inofensivo. Y lo tuvimos ahí cada noche, haciéndonos compañía.


Fijaros en los tejanos que hay tendidos para que podáis comparar proporciones.



Cada mañana para desayunar íbamos a uno de los restaurantes que estaban delante de la playa. Era genial tumbarse en la mecedora mientras te tomabas el batido de frutas y el sándwich. Durante nuestros días en Koh Tao volvimos a recuperar algo de la dieta occidental, aunque no nos faltó nuestro Pat Thai diario (noodles en un wok con una salsa especial).


Una de las cosas más increíbles que he hecho en mi vida ha sido aquí: nadar con tiburones. Conocimos a una pareja valenciana, Ángel y Lucía, que llevaban un mes de vacaciones por el sudeste asiático y éste era su último destino antes de regresar a casa. Pasamos nuestros tres primeros días con ellos.

El primer día nos dijeron que fuéramos a hacer snorkel cerca de Shark Island, donde quizás podríamos ver tiburones que frecuentaban la bahía. Son tiburones punta negra, el nombre es debido a una mancha negra que tienen en la cola y en la aleta, son totalmente inofensivos, se alimentan de carroña, aunque verlos nadando a tu alrededor da bastante miedo, los adultos miden entre 1,5 y 2 metros.

Buscamos información para corroborar que eran inofensivos, y esto era lo que supuestamente podíamos encontrarnos. ¡¡Poca broma!!


Muy decididos, alquilamos aletas, tubo y gafas y nos tiramos al agua, fuimos nadando hasta los alrededores de Shark Island. Era impresionante la cantidad de vida que podías llegar a ver, había infinidad de peces de formas y colores distintos. Eran las 12:00 del mediodía y la visibilidad del fondo que estaba tan solo a 4 metros era perfecta. De repente los vimos. Eran dos. Uno pasó por debajo nuestro y se fue, el otro en cambio se quedó en el fondo dando vueltas a nuestro alrededor. Nosotros lo veíamos desde la superficie y tengo que admitir que aunque sabes que es inofensivo, la sensación no es comparable a nada.

Pasamos como 20 minutos viendo como el tiburón paseaba entre los bancos de peces, como buscaba comida y como nadaba en círculos. Ángel llevaba una cámara acuática y pudo grabar unos minutos, ahí os lo dejo. El fondo no se ve muy bien, es difícil diferenciar las cosas (especialmente después de haber subido el vídeo ¿?), pero lo que si se ve claro al fondo de la imagen (4 metros nos separaban de él) es el tiburón.






Hubo un momento que empezó a hacer movimientos rápidos en el fondo como si estuviera cazando, fue ahí cuando decidimos que ya habíamos visto bastante, y nos volvimos a la orilla.

A la hora volvimos a pasar para ver si veíamos alguno más, nos habían dicho que por la tarde era cuando habían más. Y así fue, la visibilidad era mucho peor y sólo los podías ver cuando pasaban cerca de ti. Ninguno se paró, todos pasaban y se iban, pudimos contar unos 6. Esto es sin duda una de las cosas más emocionantes que hemos hecho en nuestra vida.

A los dos días empezamos con el curso de submarinismo, hicimos las clases de teoría y antes de empezar con la práctica nos hicieron una prueba de resistencia, nadando un poco y haciendo unos ejercicios. Yo tenía mis dudas de que fuera capaz de poder relajarme a 18 metros bajo el mar, pero quería intentarlo para no quedarme con la duda.

Nos pusimos el equipo y nos tiramos al agua cristalina de Aow Leuk Bay, una playa preciosa casi desierta. Empezamos a hacer ejercicios bajo el agua: quitarte la máscara, ponértela, llenarla de agua, estirarte en el suelo… Yo empezaba a estar incómoda respirando por el regulador, me agobiaba la idea de pensar que si ahí estaba incomoda, a 18 m lo iba a estar pasando mal, ya que la opción de subir de golpe a la superficie estando tan profundo puede ser peligroso para tu organismo.

Finalmente decidí que por ahora el mundo del submarinismo no está hecho para mí, me encanta hacer snorkel y sumergirme 4 metros bajo el agua sabiendo que puedo en un segundo volver a respirar aire. Volveré a intentarlo en un futuro, por ahora Iván fue el único que bajo a 18 metros.



Según Iván era como estar buceando en un acuario. Le encantó.

 

Y una vez acabado el curso se volvió en moto a la playa :)


A parte del curso de submarinismo, los días en Koh Tao los hemos dedicado básicamente a no hacer nada, tan solo descansar, tomar el sol, ver las puestas de sol y pasear de playa en playa, a las que llegábamos andando o en moto. 



Iván se dedicaba a cazar otros bañistas para que pudiéramos comer. Aquí lo tenéis en plena acción.


Mientras yo lo esperaba descansando: unas veces sentada….


y otras tumbada…



Las puestas de sol eran espectaculares, el cielo tenía unos colores inverosímiles.





Sin duda alguna, en Sai Nuan Beach vimos la mejor puesta de sol de nuestros días en Koh Tao.



 

También quisimos ver como era el Benidorm de Koh Tao, así que cogimos la moto y nos plantamos en la otra parte de la isla. Pudimos escoger entre centenares de restaurantes en los que servían pizza, pasta, ensaladas, hamburguesas… Luego asistimos a un espectáculo de Lady Boys, muy divertido. Para rematar la noche, cuando volvíamos para el hotel se nos pinchó una rueda, así que tuvimos que cruzar la isla caminando y arrastrando la moto.

Al día siguiente la fuimos a arreglar, en Koh Tao tienes que tener mucho cuidado al alquilar una moto, la mayoría de carreteras no están asfaltadas, sólo son caminos que el agua de las lluvias ha destrozado. Así que cuando la alquilas te hacen firmar un contrato con todos los daños que tiene la moto antes de que te la lleves, y con el precio que tendrás que pagar por cada uno de los nuevos daños que traiga la moto a la vuelta. Son muchos los que ves vendados y con arañazos por herida de moto, y seguramente con unos cuantos baths menos en el bolsillo.

Y para conseguir la máxima relajación, el último día fui a hacerme un masaje tailandés. Es genial, durante una hora hay una tailandesa pequeñita y muy flexible que se pone de pie encima tuyo, luego de rodillas, luego te retuerce la espalda y te hace crujir todos los huesos de tu cuerpo desde la cabeza hasta los pies. Aunque parezca mentira es infinitamente relajante, a mi me gustó muchísimo.



Al principio te engaña con simples masajes, pero a la que te descuidas ahí la tienes…


Fijaros en la siguiente foto donde tiene puesta su pierna…





Si vais a Koh Tao y quereis un masaje os recomiendo este sitio, se llama Family Vip Thai Massage, en Chalok Bay, son muy amables y me dejaron como nueva.

Tras nueve días de relajación en Koh Tao ya estábamos preparados para subir al norte de Tailandia y planear nuestra nueva aventura. Ahí me tenéis escribiendo estas últimas palabras, esperando el taxi que nos llevaba de nuevo al muelle.


6 comentarios:

  1. Hola, m'alegro molt que estigue gaudint tant del vostre viatge. Us vaig llegint a estonetes que tinc. És súper xulo el blog. El Xavi i jo us enviem una abraçada molt forta.

    Xavi i Olalla

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  2. Quina enveja!!!! Tinc molt bons records de Koh Tao! Allà l'evelyn i jo varem fer el curs de Rescue i ens vam submergir amb els taurons Toro (3 m) al mig del mar.. Però aquesta caleta del sud tant encantadora no la vam poder conèixer! Espero que gaudiu molt del que us queda de viatge i sigueu molt feliços... ara és el vostre moment.

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  3. Qué pena que finalmente no te animaras a sacarte el curso de submarinismo, seguro que te hubiera encantado porque esa primera sensación de agobio lo tenemos todos aunque nosotras más. A la próxima anímate que quiero sumergirme contigo a ver algún otro tiburón y tener una compañera de buceo a la que cogerle la mano en momentos de terrooooorrrrr, jejejeje. Me alegro que lo esteis pasando genial, a ver si nos vemos pronto por España o por cualquier parte del mundo. Un beso a los dos!!!

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  4. Hola Lucía!!! Seguro que volveré a sumergirme!!! Además tranquila que en Diciembre tenemos que ir a hacer snow!! Es complicado ir de la mano pero lo intentaremos. Besos a los dos saco!!!

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  5. Hola Nuria,

    Nosotros vamos a estar 7 días en Koh Tao con un niña de 1 añito, en el Cabana Resort, cerca pero lo suficientemente "lejos" del meollo de Sairee.
    Toda recomendación será bienvenida.
    Un saludo

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  6. He estado alguna vez allí y es una país del que te enamores rápidamente, me lo pasé genial

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