lunes, 31 de octubre de 2011

Tailandia - NONG KHAI





Sà-wàt-dee!!!!!


Tras relajarnos en Koh Tao, nuestra intención era subir hacia al norte de Tailandia, visitar Ayutthaya, Sukhothai y, entre otras cosas, hacer algún trekking por Pai. Finalmente tuvimos que cambiar los planes, las lluvias habían inundado la ciudad de Ayutthaya y la línea de tren que va hacia el norte había sido cortada. Únicamente se podía acceder en avión o en bus.

Teníamos pensado hacer trekking también en Laos, nos habían dicho que era menos turístico y los paisajes increíbles. Así que aunque nos quedamos con las ganas de visitar más cosas en Tailandia, decidimos coger la línea noreste de tren y bajar en la última parada: Nong Khai, una pequeña provincia separada de Laos por el río Mekong.


Para llegar desde Koh Tao tuvimos que viajar en ferry 2,30 horas, después en tren unas 12 horas hasta Bangkok, pasar 10 más en Bangkok esperando al siguiente tren y por último 12 horas más hasta nuestro ansiado destino. Llegamos reventados!!

Nos hospedamos en una agradable guesthouse situada delante del río Mekong.


El sistema de funcionamiento es muy curioso, te dan una libreta con tu número de habitación y tu debes escribir en ella todo lo que gastas. Que quieres una cerveza, vas a la nevera la coges y lo apuntas, que quieres unas bicis, vas al garaje las coges y lo apuntas… en España esta gente se arruina seguro, jaja

El primer día fue inútil para nosotros, estábamos cansadísimos, así que fuimos a comernos unos noodles, nos dimos una ducha y a dormir. Eso sí, la cena no perdona, así que fuimos a una calle llena de paradas en la que puedes sentarte a comer. Por primera vez desde que salimos de España nos comimos un pollo asado riquísimo.

El día siguiente lo empezamos con energía: alquilamos unas bicis. En efecto, las cogimos del garaje y juro que lo apuntamos en la libreta ;)

La verdad es que nuevecitas, nuevecitas no eran…
 

Nos dieron unos mapas que han hecho en la misma guesthouse y que van genial para saber donde está todo. Empezamos por visitar algunos templos del pueblo.



Y para nuestra sorpresa encontramos uno de ellos significativamente distinto a los demás, un templo chino.


También vimos los mercados de comida y artículos varios que montan cada día. Visto el pueblo, decidimos ir a visitar un parque lleno de esculturas que estaba a unos 10km de distancia.

Después de mucho pedalear llegamos a unos jardines llenos de esculturas inmensas de dioses de las mitologías budista e hindú.




Hacía bastante calor, así que paramos delante de un estanque a descansar. De repente empezamos a oír como los peces saltaban en el agua en busca de alimento. Nos acercamos a verlos y resultó que eso no eran peces sino alguna especie de mutación, eran inmensos.

En la foto aparecen mis pies, para que os hagáis una idea de las proporciones. Vamos como para darte un bañito.



Aunque lo más alucinante que vimos en el parque vino después. Encontramos un edificio en el que había centenares de fotografías del autor de las esculturas, bueno de él, de su familia, de sus perros… Y lo más fuerte: él también estaba. Muerto hacía años, lo habían embalsamado y yacía dentro de una urna de cristal. 

Me recordó a la escena del cuento de Blancanieves, cuando ella se muere al morder una manzana y los enanitos la meten en una urna de cristal, aunque esto era versión discoteca. Juzgar vosotros mismos…
 

Aún en estado de shock, salimos del parque y fuimos a buscar algún sitio para comer. Entramos en un mercado en busca de algún pincho y de bichos. Sí, habéis leído bien: bichos. Sentía una gran curiosidad por saber qué son capaces de comer y, para qué engañarnos, también por saber a qué saben.

Por fin pude saciar mi curiosidad, allí estaban. Como si tal cosa una tailandesa los vendía en una parada junto a un montón de cacahuetes, como si fuera un pica-pica más.


Habían distintos tipos: grillos grandes parecidos a las langostas, larvas, cucarachas y grillos pequeños. Era mi primera vez así que tampoco me iba a aventurar demasiado. Pedí los grillos pequeños, aunque la mujer me ofreció hacer un surtido y poner también algún cacahuete, como si fuera lo mismo!!!

Ahí tenéis la bolsita que me dio:




Y ahí está uno de ellos preparado para ser comido:



  

Y aquí estoy yo comiéndomelo:



Tengo que decir que me gustaron bastante, vienen a ser como chips, están muy condimentados y eso es lo que realmente les da sabor. Si metes la mano en la bolsa y escoges el que te vas a comer si que es un poco desagradable, pero si vas comiendo sin mirar están deliciosos.

Iván prefirió unos pinchos más normales.

Por la tarde pedaleamos un poco más por los alrededores de Nong Khai aunque, por falta de tiempo, no pudimos llegar a unos pueblos que nos habían dicho que eran my bonitos. Merece la pena alquilar una moto e ir, pero el ejercicio valió la pena. No había ejercitado un solo músculo desde hacía 6 meses.

Vimos la puesta de sol en el Mekong, acompañados por unos adolescentes que hacían gimnasia en la calle. Aquí en Tailandia es muy típico hacer ejercicio en la calle, los gimnasios deben ser muy caros...




Y antes de despedirnos de Tailandia para cruzar a Laos fuimos a un restaurante para comer, como no, una sopa de noodles.

Esta es la cocina del restaurante.



Y esta nuestra mesa.



Con esto acaba nuestra aventura en Tailandia, pero nos ha quedado pendiente visitar el norte. Habrá que volver, el país nos ha gustado mucho. Y el cambio experimentado tras salir de India ha sido brutal.


2 comentarios:

  1. jejeje Núria quina enveja!! El peix aquest gegant es diu Catfish, n'hi ha de molts tipus, arriben als 3 metres fàcilment i al riu EBRE n'han pescat de més de 2 metres!!!

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  2. Jo caic a aquell llac i em dona algu!!!!!!Pedazo Catfishes!!!!

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